Si tus piernas pudieran andar seguramente tus pasos hubiesen tomado un camino diferente al mío, yo he sido el afortunado por tener el privilegio de ser tu guía. Tal vez no pueda hacer que camines de nuevo, pero tu, amor, lograste que mi corazón volviera a latir como debe ser.
No te alcanzas a imaginar el cambio increíble que le has dado a mi mundo, pues a pesar que puedo ver, estaba cegado por la tristeza, viviendo en la oscuridad de la soledad, sin hallar una salida; vivía solo, perdido en un laberinto de melancolías, pero has sido tu quien ha iluminado mi camino.
No deseo estar con alguien diferente a ti, tan solo observa mi rostro extasiado de felicidad absoluta cuando te tengo conmigo.
Nunca pienses que me molesta o incomoda pasear contigo en tu condición, por el contrario, me encanta, pues tu eres aquel ser que me mantiene en el camino correcto, eres mi norte y mi ángel que siempre va delante de mi protegiéndome en cada momento.
Elevo mi rostro al cielo y pido con todo mi ser, que puedas ponerte en pie nuevamente y cuando eso suceda tus primeros pasos los des hacia mi.
Caminaré contigo por el resto de mi vida sin dudarlo, y si en algún momento me ves correr, te prometo que va a ser para estar junto a ti y tomarte en mis brazos. Nunca te alejes de mi vida, pues si tu me faltas serán mis pies quienes pueden fallar, pues no se andar sin ti a mi lado.
Comentarios